… y los que ahí se reunian le preguntaban a Quetzalcóatl:
¿Cómo sabremos qué nos enseña el atardecer, y cómo nos enseña la mañana y cómo nos trae conocimientos cualquier circunstancia?
Y Quetzalcóatl así les contestaba:
Cada cosa fuera de ti es un espejo donde te miras. Si la nube de la angustia llena el horizonte de tu corazón, verás una nube de angustia en cada corazón. Si la calma viene a sentarse en medio de tu pecho, verás que cada uno también lleva sentada la calma en su pecho. Si tu cabeza es la guarida donde se esconden pensamientos de odio, de rencor o de envidia, cuando camines por las calles y las plazas de la vida sólo verás pasar por ellas al Odio, y sentado en las bancas al Rencor, y en cada esquina a la Envidia. Leer más